Agua purificada vs. agua del grifo: una diferencia de sabor notable

Agua purificada

El agua es un elemento esencial en nuestra vida diaria, pero no toda el agua tiene el mismo sabor ni la misma calidad. Mientras que algunas personas están acostumbradas al agua del grifo, otras han notado una diferencia significativa al cambiar a agua purificada. Pero, ¿qué hace que el agua purificada tenga un sabor más limpio y agradable en comparación con el agua del grifo?

¿Por qué el agua embotellada tiene un sabor diferente?

El agua embotellada tiene un sabor diferente por varias razones, y no siempre es porque sea mejor o más pura que el agua del grifo. El sabor del agua depende en gran medida de su composición mineral (calcio, magnesio, sodio, bicarbonatos, etc.), de su origen (manantial, mineral, purificada) y del tipo de tratamiento al que haya sido sometida. Algunas aguas embotelladas tienen una mineralización muy baja y saben más suaves, mientras que otras contienen niveles altos de ciertos minerales que le dan un sabor más fuerte o incluso salino.

Además, el envase también influye. Muchas aguas vienen en botellas de plástico que, si han estado almacenadas durante mucho tiempo o expuestas al calor, pueden alterar ligeramente el sabor del agua debido a la migración de compuestos del propio plástico. Por eso, el agua embotellada no siempre sabe igual, y su sabor puede variar entre marcas, lotes o condiciones de almacenamiento.

¿Qué es más sano, beber agua del grifo o agua embotellada?

La respuesta no es tan simple como elegir una u otra, porque tanto el agua del grifo como el agua embotellada pueden ser seguras para el consumo, pero no siempre igual de saludables.

Agua del grifo: ¿es sana?

En muchas ciudades, el agua del grifo es potable y está controlada. Sin embargo, puede contener cloro, cal, metales pesados, pesticidas, nitratos o incluso microplásticos, especialmente si pasa por tuberías antiguas o si el sistema de tratamiento local no es muy avanzado. Aunque esté dentro de los límites legales, no siempre es la opción más saludable, sobre todo si la consumes a diario sin filtrar.

Agua embotellada: ¿es mejor?

El agua embotellada suele venderse como más pura, pero no siempre lo es. Algunas marcas utilizan agua del grifo filtrada y otras embotellan agua mineral natural. El problema es que puede contener microplásticos procedentes del envase, y si las botellas se exponen al sol o al calor, el plástico puede liberar compuestos químicos que alteran la calidad del agua. Además, genera un gran impacto ambiental por el uso de plásticos y el transporte.

¿Entonces, qué es más sano?

La opción más saludable y sostenible es filtrar el agua del grifo con un sistema de ósmosis inversa, como el que ofrece Miia. Este tipo de filtración elimina hasta el 99 % de impurezas, cloro, cal, metales y microplásticos, y además ofrece agua recién purificada, sin envases, sin residuos y sin sabores extraños.

Tu cuerpo lo nota. Y el planeta también.

Eliminación del cloro y otros químicos

El agua del grifo suele tratarse con cloro para eliminar microorganismos, pero este compuesto puede dejar un sabor fuerte y químico en el agua. La purificación por ósmosis inversa elimina el cloro, mejorando notablemente el sabor y la frescura del agua.

Reducción de metales pesados y sedimentos

Dependiendo de la zona, el agua del grifo puede contener metales como plomo, hierro o cobre, además de sedimentos y otras impurezas. Estos elementos no solo afectan el sabor del agua, sino que también pueden modificar el gusto de bebidas y alimentos preparados con ella.

Menos minerales en exceso

Si bien algunos minerales en el agua pueden ser beneficiosos, un exceso de calcio y magnesio puede hacer que el agua tenga un sabor más "pesado" o incluso salino. La ósmosis inversa equilibra estos niveles, proporcionando un agua más ligera y agradable al paladar.

Mejora en la preparación de bebidas y alimentos

El agua purificada es ideal para la preparación de café, té e infusiones, ya que permite que los sabores naturales de estas bebidas se destaquen sin interferencias químicas o minerales. Lo mismo ocurre con la cocción de pastas, arroces y caldos, que adquieren un sabor más puro y auténtico.

Mayor frescura y sensación de pureza

Muchas personas notan que el agua purificada tiene un sabor más fresco y limpio en comparación con el agua del grifo. Al eliminar impurezas y contaminantes, se obtiene una sensación de pureza y suavidad al beberla.

El cambio de agua del grifo a agua purificada es más que una cuestión de preferencia: es una mejora en la calidad y en la experiencia del consumo de agua. Con una filtración adecuada, se puede disfrutar de un agua más saludable y con un sabor notablemente superior.